La articulación temporomandibular (ATM) es una de las articulaciones más complejas del
cuerpo humano, ya que permite una gran variedad de movimientos como abrir y cerrar la
boca, desplazarla hacia los lados y hacia adelante y está en uso gran parte del día, cuando
comemos, hablamos, bostezamos, etc.
Si hablamos de la estructura de la ATM, podemos mencionar que son dos huesos que
funcionan entre sí y entre ellos se ubica el disco articular cuyo rol es ser un amortiguador, lo
que facilita los movimientos de la articulación.
Cuando hay alteraciones en el movimiento de este disco o en las superficies articulares,
pueden aparecer sonidos perceptibles:
✔️ Los clics o chasquidos, suelen estar relacionados con el desplazamiento del disco
articular.
✔️ Los crujidos, se deben a la fricción entre superficies articulares desgastadas, algo
frecuente en casos de osteoartritis.
¿Los ruidos indican bruxismo o estrés?
Ésta es una consulta frecuente y la respuesta es NO.
En algunas ocasiones, el bruxismo o apriete y/o rechinamiento dentario coexiste con los
ruidos articulares; sin embargo, no debemos olvidar que estos ruidos están relacionados a
alteraciones de la articulación desde una perspectiva biomecánica.
La sobrecarga articular debido al bruxismo podría empeorar el trastorno, por eso es
importante pesquisar tempranamente una patología articular.
¿Existe tratamiento para los ruidos de la mandíbula?
Existen múltiples formas de tratar los ruidos articulares y cada tratamiento debe estar
indicado de acuerdo al diagnóstico específico y, además, personalizado al paciente. No
existe un protocolo universal lo que hace aún más importante la evaluación con un
especialista.
Algunos de los tratamientos incluyen:
✔️ Terapia física mandibular: ejercicios de movilidad mandibular controlada,
fortalecimiento y estiramiento de musculatura asociada, etc.
✔️ Procedimientos mínimamente invasivos: lavado de la articulación
temporomandibular para remover mediadores inflamatorios con o sin infiltraciones
intraarticulares con medicamentos o agentes regenerativos.
✔️ Terapia ortopédica: dispositivos interoclusales diseñados de manera personalizada
para mejorar la mecánica articular, los llamados “planos interoclusales”.
✔️Educación al paciente: cambios de hábitos, autocuidado mandibular y manejo de
factores de riesgo modificables.
Un tratamiento temprano puede prevenir complicaciones mayores y mejorar notablemente
tu calidad de vida.
Si sientes ruidos en tu mandíbula, no lo ignores. Estos podrían indicar alteraciones
articulares que, diagnosticadas a tiempo, tienen soluciones efectivas.
Consulta con un especialista para evaluar cuál es la mejor opción para ti. ¡Una sonrisa sana y sin ruidos está a tu alcance!